Estamos en la época de la vanidad absoluta, hemos despedido hace ya un par de
días una temporada para darle la bienvenida a una nueva y con esto se involucra a
todos los espectadores en un torbellino refrescante de tendencias, colecciones y
fashion weeks que se suscitan una tras otra a nivel mundial. Todo esto me hace
traer a la mente a un ícono que al final del espectáculo camina sobre la front row con
ese ya característico total look en blanco y negro que debería patentar, esas gafas
de sol oscuras que ocultan la mirada de una mente maestra que prefiere mirar que
ser mirado, la coleta que sostiene su cabellera color blanco y ese rostro al que se le
arrebata un sonrisa muy de vez en cuando; Seguro a esta altura ya sabes a quien
me refiero... por supuesto a Karl Lagerfeld, un personaje polifacético que es parte de
nuestro top of mind de iconos de la moda debido a la profunda influencia que ha
generado a partir de la segunda mitad del siglo XX. En pocas palabras amamos a
Lagerfeld.
Karl fue un niño inquieto intelectualmente desde siempre, lo que daba ciertos
destellos y sospechas de un futuro brillante pero poco predecible en su momento;
Nacido dentro de una familia alemana perteneciente a la nobleza tuvo la grandiosa
oportunidad de mudarse a los 12 años a Francia, la ciudad soñada para muchos y
por supuesto “la meca de la moda”, con el único pretexto de continuar con sus
estudios, aunque tiempo después terminó abandonando el colegio.
En 1953 Lagerfeld toma la valiosa decisión de comenzar con una vida laboral a
sus escasos 16 años como asistente de Pierre Balmain, a partir de ahí su ascenso
dentro del fashion Business fue impresionante e imparable, pasando por Chloé
como director creativo, como colaborador en Fendi, como director creativo y
fotógrafo en Chanel, como colaborador para H&M, hasta que su peculiar forma de
entender al mundo banal lo llevó a crear su propia marca que se identifica bajo su
nombre, tiempo después, toma la decisión de vender su marca a nada más y nada
menos que Tommy Hilfiger. Todos estos logros le permitieron convertirse en el
favorito para satisfacer la vanidad de muchos confident hedonist de la moda, es
fácil de creer, pues nadie ve al mundo de la moda como el lo hace.
"Me interesan casi todos los aspectos de la cultura y siento que todos me influyen
de alguna manera. No existe una regla sobre lo que es inspirador y cómo puede
afectarme. Para mí lo que funciona es observarlo todo, y luego olvidarte de ello y
rehacerlo a tu modo”
El Kaiser (como se le conoce popularmente dentro del medio), es realmente toda
una joya, lo digo porque no se limita, por el contrario, se arriesga al incursionar en
el diseño, la fotografía, la edición y la ilustración, entre otras cosas... para el no
existe zona de confort. No hace falta decir más, Karl Lagerfeld es uno en un
millón, es nuestro front man por excelencia y aquel que seguirá haciendo que el
género femenino se sienta como “one of a kind” cuando sus prendas y accesorios
decoran al cuerpo. Para terminar con esta dosis de datos curiosos te comparto
algunas de las frases más Lagerfeld que podrás escuchar jamás:
“Negro y blanco siempre se ve moderno, o lo que signifique esa palabra.”
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“No soy una persona de marketing . Yo no me hago preguntas . Voy por el
instinto.”
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“No te vistas para matar , viste para sobrevivir.”
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“Compra ropa del tamaño que tu quieras usar. No sé lo que significa "normal"
de todos modos.”
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“Las camisetas de diez dólares son aún más fashion que la moda cara.”
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“Mi trabajo es poner de manifiesto en la gente lo que no se atreverían a hacer
ellos mismos.”
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