“Tengo un estilo muy fuerte, te puede gustar o no gustar, pero es muy fácil de
reconocer...Y a la gente en la moda lo que le gusta es reconocer”
Para muchos sólo se trata de extravagancia desbordada, pero para otros el
revolucionario lenguaje de nuestra querida española Ágatha Ruiz de la Prada se
trata de una innegable creatividad a la hora de construir un peculiar universo de
fantasía textil en honor al mundo de la moda; De una forma muy literal, nuestra
querida musa convierte las cosas en “ágathas”, enseñándonos que la vida se vive
mejor cuando usamos “ropa feliz” ceñida sobre el cuerpo.
“Me divierte muchísimo más la producción industrial, a mi me encanta hacer un
objeto que es lo divertido y que se repita millones de veces”
Posiblemente no te hubieras imaginado que Ágatha Ruiz de la Prada pertenece a
una familia con un legado de arquitectos bastante extenso y sólido, 9
generaciones para ser precisos, así que antes de dedicarse a nivel profesional en
el fashion business y las front rows, ella cursó sus estudios de Arquitectura y
Bellas Artes, por no quedarse atrás. Es evidente que el destino de la madrileña era
pertenecer a aquello que le permitiera tener una relación estrecha con el placer de
traer a la realidad todo ese puñado de ideas que revoloteaban en su particular
forma de ver el mundo en colores chillantes.
Diseñando edificios, construyendo prendas, pintando grandes cuadros o de la
forma que sea, Ágatha ya contaba con esa ambición e iniciativa que hacia falta
para marcar una brecha significativa sobre cualquier cosa en la que fijara su
interés, créeme, desde sus primeras creaciones destacó por su originalidad y
atrevimiento de sus propuestas, y ahora simplemente no podríamos imaginar un
mundo sin sus icónicos all over de corazones multicolor, así como esos motivos
repletos de nubes, estrellas, polka dots, stripes, aros, jaulas y ruedas que reflejan
un aire girly sobre todo esos metros de tela y superficies perfectamente
conjugadas.
“La moda tiene mucho de espectáculo y hay que presentarla de la mejor forma
posible”
1981 fue el año del debút de Ágatha Ruiz de la Prada como diseñadora de moda
en la capital española de la mano de su propia firma la cual lleva su nombre; La
talentosa madrileña “agathizhó” las pasarelas desde el primer momento en el que
toda esa explosión de tonalidades rosadas, amarillas, naranjas, fucsias, rojas y
verdes pisaron el escenario, ocupando un lugar fijo dentro de las pasarelas y
galerías de arte alrededor del mundo.
Un año más tarde, la diseñadora inauguró su tienda-estudio al que considera “El
lugar más divertido de Madrid”; Esta aventura fue por mucho el punto de partida
de una década fructífera para Ágatha, llevándola a organizar sus primeros desfiles
en Barcelona y permitiéndole años mas tarde inaugurar sus propias shops en
Nueva York, Oporto, Milán, París, Barcelona y Madrid.
“Quizás pocos se vistan con un total look de mi ropa, pero casi todos en Europa
tienen algo de mi marca”
Lo que me encanta de esta fashion icon es la versatilidad con la que se mueve
dentro del medio desde la década de los 90 ́s, ella se divierte y se arriesga sin
titubeo a crear todo lo que se le pega en gana sin la preocupación de complacer a
todos allá afuera, pues eso es lo que menos espera; Tan solo cuantas (os) de
nosotras (os) no hemos pasado por alguna una tienda departamental y hemos
visto algún artículo de Ágatha Ruiz de la Prada exhibido como sus básicas
baggage set para viajar muy chics, o la cafetera para prepararte un café
americano por la mañana, ha sido tal su alcance y expansión que he de confensar
que hasta mi madre carga con su libreta Ágatha a todos lados dentro del bolso.
Tal vez diversificación es la palabra apropiada para el fenómeno que ha creado al
estampar sus diseños sobre autos, perfumes, bajillas, enchufes, cortinas, colchas,
bathing suits, lip sticks, accesorios, cojines, pinzas de depilar, zapatos, relojes,
papelería, phone cases, cascos de motocicleta, termos, prendas para mujeres,
hombres, niños y bebés, azulejos, pavimento y la lista gigantesca continua.
Aquella mujer que nos ha enseñando que la ropa es un lenguaje universal es la
misma que ha alcanzado fronteras inimaginables siendo la diseñadora que ha
firmado más piezas en la historia de su país. Esperamos fervientemente que esta
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