“Si tu no usas labial, no puedo hablar contigo”
Indagando entre los hilos de la moda a través del tiempo nos encontramos con
uno de los íconos Londinense más excéntricos y valiosos por default : Isabella Blow. Esta opulenta mujer de estética inconfundible nació por fortuna en medio de la distinguida familia Delves Broughton de descendencia noble, por lo tanto la justificación de su forma tan estrafalaria y singular al momento de vivir y vestir se comprende en todo sentido.
Blow siempre se mantuvo alerta, la mirada afilada y los sentidos abiertos, ya que
esta cazatalentos reconocía a kilómetros lo extraordinario, y cuando lo hallaba no
titubeaba ni un segundo con tal de obtenerlo, básicamente esta mujer tenía ese
“sexto sentido” que se requiere para dejar una huella permanente en las filas del
mundo de la moda; Tan sólo imagina la magnitud de su intuición que la llevó a
comprar la primera colección de McQueen cuando ella era sólo una estudiante de
Central St Martins.
Te preguntaras, ¿ Cómo fue que esta mujer aristócrata que vivía en mansiones
gigantescas se adentró al mundo de la moda? Pues bien, su carrera comenzó
justo después de tomar la decisión de mudarse a una de las grandes mecas de la
moda, la amada ciudad de Nueva York en 1979, el primer gran paso de su carrera
fue su contribución en US Vogue Magazine como la asistente de nada más y nada
menos que Anna Wintour; Después de 7 años de intenso aprendizaje y
crecimiento laboral Isabella regresó a su natal Londres para formar parte del
equipo de Tatler Magazine pero esta vez como Directora, para el 86 ella se
convirtió en Directora de Sunday Times Style y finalmente terminó regresando de
nueva cuenta a Tatler Mag. Esta “it girl” se mantuvo enamorada y apasionada por
todo aquello que implicaba creatividad, es por eso que oficialmente podemos decir
que ella ha sido punto de inspiración de numerosos artistas y diseñadores
alrededor del mundo.
Te preguntaras, ¿ Cómo fue que esta mujer aristócrata que vivía en mansiones
gigantescas se adentró al mundo de la moda? Pues bien, su carrera comenzó
justo después de tomar la decisión de mudarse a una de las grandes mecas de la
moda, la amada ciudad de Nueva York en 1979, el primer gran paso de su carrera
fue su contribución en US Vogue Magazine como la asistente de nada más y nada
menos que Anna Wintour; Después de 7 años de intenso aprendizaje y
crecimiento laboral Isabella regresó a su natal Londres para formar parte del
equipo de Tatler Magazine pero esta vez como Directora, para el 86 ella se
convirtió en Directora de Sunday Times Style y finalmente terminó regresando de
nueva cuenta a Tatler Mag. Esta “it girl” se mantuvo enamorada y apasionada por
todo aquello que implicaba creatividad, es por eso que oficialmente podemos decir
que ella ha sido punto de inspiración de numerosos artistas y diseñadores
alrededor del mundo.
“Me documento históricamente, encuentro a personas
desequilibradas, elijo fotógrafos y localizaciones”. I.B
Isabella Blow, editora de moda, musa, patrocinadora y cazatalentos, se ha
sumado a la lista de mujeres poderosas que dominaron al mundo de la moda sin
la necesidad de apropiarse de la confección de prendas, es como una figura
inclasificable dentro del medio y una eterna inspiración. Hablar de Blow es
recordar sus emblemáticos y fastuosos sombreros, su forma de vestir que sin
duda alguna evitaba caer en lo práctico, y ese estilo ecléctico, delicado, irreverente
y erudito que unía los dos polos característicos de la moda británica (la tradición y la audacia); Decían por ahí se su armario contenía sentido del humor debido a los
sobreros quemados como resultado de su acercamiento hacia algunas velas o su
distraída personalidad que la hacía olvidar objetos personales en las cabinas de
taxis.
El grado de su influencia en las pasarelas es increíblemente fuerte, es más, no
podríamos haber sido testigos de la grandiosidad de figuras como Alexander
McQueen, Philip Treacy o Hussein Chalayan , ni de modelos como Sophie Dahl y
Stella Tennant dentro de los “fashion week” si no fuera por ella. Su colaboración
con fotógrafos del nivel de Steve Meisel, David LaChapelle y Sean Ellis la hicieron
empujar los límites de la forma convencional de ver a la fotografía de moda
convirtiéndolas en escenificaciones mucho más provocativas.
Toda esta herencia que Isabella Blow ha dejado para nosotros la ha colocado en
la cima del fashion world como una figura legendaria dentro de la moda
internacional y el mundo del arte contemporáneo. Como últimas palabras sólo nos
queda aceptar que le debemos mucho a aquella mujer de ceñidos vestidos,
cabello estilo bob, lipstick rojo brillante, violeta o rosado y sombreros que robaban
el aliento. ¡VIVA ISABELLA !
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